El espacio negativo en la composición.
El espacio negativo es una técnica fotográfica de composición, en la que se maneja el espacio vacío que rodea al sujeto central y que pertenece a la zona en la que no están representados los motivos principales de la fotografía. Este espacio es un elemento que aporta mucha fuerza visual a la composición, y que usado correctamente, refuerza el mensaje central de la fotografía, y que sin el, en muchos casos, el sujeto central quedaría diluido.
Para definir el espacio negativo, debemos tener en cuenta el espacio positivo que es el sujeto principal que estamos fotografiado, el elemento más importante de la imagen. El espacio negativo en contraposición es todo lo demás. Es el espacio restante entre el marco de la fotografía y el sujeto central o espacio positivo. Es el espacio sin rellenar, que está para darle la dimensión a la fotografía, pero que está vacío de contenido.
Un espacio negativo, no puede contener ningún elemento principal de la imagen, porque en ese caso, para a formar parte del espacio positivo.
El espacio negativo, aunque no tenga “información relevante”, es un elemento de la composición y, por lo tanto, debemos saber usarlo para dotar de más interés y belleza a nuestras imágenes.
El espacio negativo es un elemento de la composición que tiene dos características principales: por un lado, debe evitar que el espectador se centre en él, consiguiendo que las personas que miren la fotografía, no se paren observarlo, debe pasar desapercibido. Debe, por lo tanto, carecer de detalles que llamen la atención. Sin embargo el espacio negativo, debe tener presencia, aportando significados y matices a la imagen.
Es espacio negativo, a pesar de pasar desapercibido, puede dar a la imagen peso visual. Para conseguirlo, debemos controlar dónde lo colocamos el elemento principal y el espacio negativo en la composición. En función del espacio que ocupa, toma un significado diferente. Si colocamos el espacio negativo por encima del sujeto, nos transmitirá la sensación de que “aplasta” al elemento principal o que le da espacio para volar, dándole “libertad”. Por el contrario, si el espacio negativo se encuentra por debajo, dará la sensación de que el protagonista “flota” y, por lo tanto, dará una sensación de ligereza.


El tono del espacio negativo es otro componente de la composición que modificara la sensación transmitida. Si el tono es claro, añadirá ligereza y paz, y si es oscuro, peso o angustia.
Elemento principal y espacio negativo
El espacio negativo es un elemento de la composición esencial para dar protagonismo al sujeto principal. Una técnica es rodear al sujeto con espacio negativo, dándole todo el protagonismo sin necesidad de pelear con otros elementos de la composición. Esta técnica es muy utilizada en las composiciones minimalistas.
Las funciones del espacio negativo son:
Definir el sujeto. El espacio negativo nos permite definir el espacio positivo y, por lo tanto, al sujeto de la fotografía.
Darle protagonismo. Un sujeto aislado y rodeado de vacío, nos llamará la atención desde el primer momento, mientras que si lo rodeamos de otros elementos, compartiremos neutra a atención entre todos ellos.
Si el sujeto principal no es muy atractivo, puede darse el caso de que el espacio negativo le robe el protagonismo, pasando a ser el sujeto principal. Esta es una técnica de composición interesante siempre que sea lo que pretendemos, pero si no lo es, hay que tener cuidado para evitarlo.
Rellena el Encuadre
Una de las técnicas de composición mas importantes es rellenar el encuadre, y consiste en hacer que todas las zonas de la fotografía, contengan algún tipo de información. Para ello, seleccionaremos es el sujeto, el objetivo y su focal, jugaremos con el encuadre, lugar y ángulo respecto al sujeto, plano de enfoque, posición del sujeto respecto al encuadre…
Rellenar el encuadre consiste en buscar el elemento más interesante de todos los que aparezcan en la escena, e intentar llenar la máxima zona del encuadre con él, dejando fuera de la imagen aquellos elementos que no aporten información esencial a la composición. A veces nos obsesionamos con intentar captar el máximo de elementos de una escena y lo único que conseguimos, es abarrotar de elementos e información superflua la composición, diluyendo la fuerza del sujeto principal.