El diccionario de la lengua española define al diafragma en fotografía como “disco pequeño horadado, situado en el objetivo de la cámara, que sirve para regular la cantidad de luz que se ha de dejar pasar“.
En las cámaras más antiguas se usaba en su forma más elemental y no era más que una placa metálica con varios orificios de diferentes tamaños que se deslizaba o giraba ante el objetivo para seleccionar el tamaño del orificio. Los diafragmas actuales se diseñan mediante un juego de laminillas metálicas imbricadas y móviles que forman un orificio poligonal de diámetro variable, que tiende a ser circular cuando el número de láminas es lo suficiente grande.
Hay cámaras que utilizan un sistema diafragma-obturador, que es similar a un diafragma en el que las laminillas pueden cerrarse completamente. De esta manera puede hacer de obturador, combinado ambas funciones en un dispositivo. Este dispositivo combinado impide la lectura y encuadre a través del objetivo, por lo que no se monta en ninguna cámara reflex.
El diafragma puede controlarse manualmente mediante un anillo situado en el objetivo, y/o electrónicamente mandado desde la cámara.
En realidad, el diafragma en fotografía se comporta exactamente igual que nuestra pupila, contrayéndose y dilatándose para regular la cantidad de luz que le llega a la retina.
Abertura y exposición
Hay tres parámetros que determinan la exposición fotográfica, la sensibilidad ISO, la velocidad de obturación y la abertura del diafragma. A la combinación de estos tres parámetros se le denomina triangulo de exposición. En este artículo revisaremos la abertura del diafragma.
La Real Academia Española acepta la voz apertura un anglicismo proveniente del término aperture. Se pueden usar ambas voces (abertura y apertura) indistintamente. En este blog he optado por usar el termino abertura.
La función esencial del diafragma es controlar el caudal o cantidad de luz que atraviesa el objetivo y lo realiza variando el tamaño del orificio. A un tamaño dado del orificio del diafragma se le denomina abertura y esta varia de manera discreta o en pasos. Estos pasos tienen una relación fija y progresiva, de tal forma que el valor contiguo y siguiente reduce a la mitad la cantidad de luz que deja pasar. La escala de estos números normalizada sigue un factor √2 por la geometría circular del diafragma:
As = π x d2/4 (As = área circular, d = diámetro)
Números f: 1 – 1,4 – 2 – 2,8 – 4 – 5,6 – 8 – 11 – 16 – 22 – 32 – 45 – 64 – …
Un diafragma en abertura f/1,4 deja pasar 16 veces mas luz que uno en abertura f/5,6
N = f / d
Despejando, el diámetro del diafragma (abertura) es el cociente entre la focal (f) y el número f (N):
d = f / N
Debéis tener en cuanta que la abertura es un número fraccionario, por lo que cuanto menor sea el denominador, mayor será el diámetro y por consiguiente la abertura y cantidad de luz que dejara pasar:
abertura (d): f/1 > f/11 > f/22
La abertura es inversamente proporcional a el número f.
La unidad de medida para la abertura son los números f. Para memorizar la escala de los números f, hay una regla nemotecnica que consiste en:
- selecciona los pasos en posiciones impares y recuerda que cada uno es el doble del precedente:
1 – 2 – 4 – 8 – 16 – 32 – 64 …
- selecciona los pasos en posiciones pares y recuerda que cada uno es también el doble del anterior:
1,4 – 2,8 – 5,6 – 11 – 22 – 45 …
Abertura de los objetivos
Los objetivos suelen tener grabada su abertura disponible mayor y su longitud focal en su frontal. Ese número f que viene grabado es el que determina su luminosidad. En los objetivos zoom (24-105 mm f/3,5-5,6), se indica el rango focal y el rango de luminosidad a su menor focal y a su mayor focal. Hay objetivos zoom que solo indican un valor de luminosidad porque la mantiene en toda su focal. Ejemplos:
- 50mm 1:1.4
- 100-400mm 1:4.5-5.6
- 24-105mm 1:4
Cuando el objetivo cuenta con un diafragma que puede abrirse mucho (con aberturas del orden de f/1.2, f/1.4 o f/1.8) se les suele denominar “objetivos rápidos” pues permiten la entrada de gran cantidad de luz y así acortar el tiempo de obturación. Estos objetivos con grandes aberturas son más caros de fabricar.
Abertura y profundidad de campo
Otra función de la abertura es que controla la profundidad de campo. La profundidad de campo es la zona limitada del espacio que se extiende por delante y por detrás del plano de enfoque y donde los motivos situados en esta zona se reproducirán con nitidez.
Un diafragma muy cerrado (mayor número f) producirá una profundidad de campo muy amplia. Si el diafragma está muy abierto (menor número f) producirá una menor profundidad de campo.
Tener en cuenta que además de la abertura, hay otros dos factores que también la determinan y son la distancia focal del objetivo y la distancia de enfoque.
Abertura y nitidez
La tercera función que se afecta por la abertura del diafragma es la nitidez la imagen. La nitidez de una imagen se deteriora con la difracción que se ocasiona con aberturas pequeñas (número f alto). Por otro lado, con aberturas grandes se reduce la difracción y consecuentemente se mejora la nitidez, pero a costa de ir imitándola a una profundidad de campo menor.
Aunque en teoría con aberturas mayores deberíamos obtener mayor nitidez, llega un punto de abertura donde esto no es así por las limitaciones de diseño del objetivo que producen aberraciones, y en especial las cromáticas, empeorando la nitidez.
Los objetivos antiguos suelen tener buena nitidez en el rango de f/8 a f/11. Los objetivos modernos suelen incorporar lentes múltiples y en algunos casos especiales para corregir las aberraciones, permitiendo lograr la mayor nitidez para números f más bajos, generalmente entre f/5.6 y f/6.3. Al número f característico de cada objetivo que permite obtener su mejor nitidez, se le denomina “punto dulce” y aunque no suele venir en las características del objetivo, es relativamente sencillo obtenerlo haciendo pruebas.