En esta imagen del exterior de la Mezquita Azul nevada (Estambul, Turquía), se aprecia la gran diferencia de tono con un balance de blancos ajustado a 5600 K a la izquierda y a 6550 K a la derecha.

Entre los ajustes que afectan a la apariencia de una imagen, tenemos la abertura, velocidad de obturación y la sensibilidad ISO que forman el triángulo de exposición, pero hay otro que a menudo se pasa por alto; es el balance de blancos (WB).

¿Qué es el balance de blancos?

El balance de blancos pasa desapercibido en muchas ocasiones porque no afecta la exposición de la imagen, sin embargo afecta a la precisión de los colores pudiendo afectar dramáticamente al resultado final de una foto. ¿Nunca habéis tomado una foto en un interior y la piel del sujeto aparece anaranjada?, es debido a un balance de blancos incorrecto.

El balance de blancos o equilibrio de color o equilibrio de blancos, es la corrección realizada mediante un ajuste por software que consigue una reproducción correcta de color sin mostrar dominantes de color.

Nuestro objetivo como fotógrafos es recrear una escena con la mayor precisión posible usando la luz y el color. Los tres parámetros del triángulo de la exposición nos permiten ajustar la luz, mientras que el balance de blancos se encarga del color. Por supuesto, tanto la luz como el color se pueden editar con un software de posprocesado, sobre todo si disparamos en RAW, pero solo hasta cierto punto y por eso siempre debes tratar de realizar las fotografías con la mayor precisión desde el primer momento.

Cada fuente de luz tiene una temperatura de color característica y diferente, unas son más calientes y otras más frías, y esta temperatura de color es la que le dará un tono dominante a nuestras imágenes. El balance de blancos neutraliza esta dominante corrigiendo los datos de color capturados, diciéndole a la cámara que objetos de una imagen deben tener un color neutro gris/blanco (que son los que toma como referencia) y para ello, aplicará un desplazamiento de color de forma relativa para todos los demás colores de la imagen, consiguiendo que esa dominante de color de la fuente de luz no afecte a la apariencia final en el color la foto.

El cerebro humano, con toda su complejidad, corrige los matices de color sobre la marcha y es por eso que en nuestra vida cotidiana no estamos acostumbrados a ver los tonos dominantes de las fuentes de iluminación. Para el ojo humano, un objeto blanco sigue siendo blanco independientemente del tipo de iluminación.

El balance de blancos se mide en grados Kelvin (K) y todas las cámaras digitales son capaces de ajustar el balance de blancos de forma automática mediante el análisis de la imagen y la estimación de qué objetos deberían ser blancos. El sistema es complejo porque tan pronto como la luz rebota en un objeto, se detecta un color ligeramente diferente dependiendo del color de ese objeto.

Si disparamos un flash contra una pared verde por ejemplo, la luz reflejada de la pared tendrá ligero tiente verde. Como consecuencia, en cualquier escena que fotografiemos, es poco probable que contenga luz con una sola temperatura de color, porque la luz se refleja en todos los objetos en cierta medida, a excepción de los que son de color negro puro.

Las cámaras actuales hacen muy buen trabajo estimando el valor medio optimo, pero en ocasiones, sobre todo en situaciones de iluminación complejas, pueden no ser tan precisas y es cuando podemos apreciar la piel del sujeto excesivamente naranja o dominantes fácilmente detectables.

¿Sabes revisar y ajustar el balance de blancos?

5D-S-sup_268x479El balance de blancos es un factor importante entre todos los que afectan a la captura de la imagen, por ello su configuración aparece en lugares destacados y de fácil acceso en todas las cámaras.

Consulta el manual de tu cámara para determinar su ubicación exacta, pero el ejemplo de la izquierda muestra la colocación típica de Canon en sus réflex digitales. Si estás utilizando una cámara compacta, pulsa el botón Info o visualizar varias veces y desfilaran los controles disponibles alrededor de la pantalla LCD, hasta que aparezca el balance de blancos. Todas las cámaras tienen el modo automático de balance de blancos (AWB) que por lo general es lo suficientemente preciso para las necesidades generales.

Si seleccionamos AWB, una escena con una temperatura de color baja, (3200 K) la cámara entiende que la luz es rojiza (anaranjada) y le aplica un filtro complementario azulado, y al revés: con temperatura de color alta (> 5500 K), se entiende que la luz es azulada y la cámara aplica un filtro rojo-anaranjado. Sin embargo, si deseas tener más control sobre la imagen encontraras además del AWB, una selección de preajustes disponibles que se identifican mediante iconos estándar como se muestran en la tabla a continuación.

Preajustes de balance de blancos de la cámara

En la tabla a continuación se muestran los ajustes de balance de blancos que por lo general, están disponibles en la mayoría de las cámaras:

AWB (Auto) – El modo automático de balance de blancos ofrece la mejor estimación media para el equilibrio de la escena. En situaciones al aire libre, las cámaras actuales obtienen resultados muy buenos y para la mayoría de las situaciones, el modo automático es más que suficiente.WB-presets_197x479

Luz Día (Daylight) – Para exteriores y días soleados la temperatura de color es 5600 K, y es la corrección que se debe aplicar. Es posible encontrar bombillas etiquetadas de 5600 k, y esto significa que están diseñadas para que la luz que producen sea similar a la luz del día.

Sombra (Shadow) – La temperatura de color se enfría mucho en las sombras por lo que es necesario compensarla con un ajuste más cálido de 7000-7500 k para contrarrestar este efecto.

Nublado (Cloudy) – Un poco más caliente que la luz del día, pero no tan fría como en la sombra porque una gran cantidad de luz difusa consigue atravesar las nubes (6500 K).

Tungsteno (Tungsten) – Esta es la configuración más común para fotografiar en interiores con iluminación de bombillas estándar con filamento de tungsteno (2850 K).

Fluorescente (Fluorescent) – Este tipo de iluminación se encuentra a menudo en los estadios deportivos y tienen una temperatura de color de 3800 K, algo más fría que las luces de tungsteno.

Flash (Flash) – La temperatura de color del flash es muy similar a la luz del día (5500 K).

Personalizado (Custom) – Se hace un disparo de referencia sobre una superficie gris neutra que se usara como patrón de ajuste del balance de blancos para la fotografía real. Puede ser muy útil en situaciones de iluminación difíciles con temperaturas de color muy mezcladas, o cuando se requiere coincidencia de color muy precisa por lo general para fotografía de moda y de productos.

Usuario (User) – Este preajuste permite la selección de cualquier temperatura de color Kelvin. Es práctico para iluminaciones extremadamente complejas con múltiples fuentes de luz, o para producir efectos especiales. No todas las cámaras tienen esta opción.

Como regla nemotécnica para este ajuste, si bajamos la temperatura de color, la imagen resultante será más “fría” (más azulada) y si la aumentamos será más “cálida” (anaranjada).

La gran ventaja del RAW

La forma de tratar el balance de blancos difiere dependiendo si estás disparando en RAW o en JPEG. Cuando se trata de ajustar el balance de blancos, disparar en RAW ofrece una enorme ventaja sobre hacerlo en JPEG ya que permite elegir el balance de blancos después de haber tomado la foto, y lo que es más importante, sin ninguna pérdida de calidad de imagen.

Esto es porque los ficheros RAW contienen toda la información sobre el color que capta el sensor de la cámara en el momento de obtener la imagen, y todavía no hemos procesado la conversión de color del fichero, que es lo que se realiza cuando se convierte el fichero al formato JPEG. La elección de un balance de blancos en un fichero RAW no destruye la información original, lo que hace es similar a superponer un filtro de ajuste preestablecido, pero como todavía tenemos todos los datos originales, podemos volver a reajustar el balance de blancos tantas veces como consideremos necesario.

Sin embargo, con el formato JPEG la conversión se realiza en la cámara en el momento del disparo y durante este proceso se pierden los datos de color al descartarse los no usados. El software de la cámara establece la temperatura de color para las imágenes JPEG, pero en situaciones de iluminación complejas puede no obtener buenos resultados, y como los datos de color descartados nunca podrán ser regenerados, estaremos limitados para reajustar el balance de blancos.

Ahora bien, con ficheros RAW, después de haber disparado la imagen podemos ajustar y reajustar cuantas veces queramos el balance de blancos sin ningún efecto negativo con los cambios de la temperatura de color. De hecho, hay muchos fotógrafos que fotografían en RAW y deliberadamente dejan el balance de blancos para el posprocesado y así tener una cosa menos que manejar durante la sesión fotográfica. Esto puede funcionar dependiendo del tema que estés fotografiando, pero por lo general dejo la cámara en el modo de balance de blancos automático y lo ajusto en Lightroom cuando es necesario. Cuando se ajusta la temperatura de color de las imágenes RAW, los deslizadores del balance de blancos del software convertidor RAW, permiten seleccionar la temperatura de color en grados Kelvin, o uno de las valores predeterminados que acabamos de ver en este articulo.

Cuando tratas de ajustar el balance de blancos en una imagen JPEG, el deslizador solo mostrara valores relativos para darle a la imagen un tono mas cálido o mas frío.

En definitiva, ajustar en grados Kelvin una imagen que se ha convertido a JPEG no es posible. Si estas pensando que es una gran ventaja disparar en RAW, ¡estas en lo cierto! y es una de las principales razones para disparar en RAW. En esos casos especiales que dispares en JPEG, por lo general por exigencias del flujo de trabajo como en un evento deportivo que requiera inmediatez en el envío de las fotos, es necesario que selecciones manualmente y muy cuidadosamente el balance de blancos.

Los eventos deportivos en estadios y pabellones suelen tener una mezcla particularmente difícil de diferentes iluminaciones y es importante asegurarse de que todas las fotos de un evento tienen el mismo aspecto.

Vídeo

Cuando hagas vídeo con tu cámara réflex, es fundamental que filmes con la temperatura del color exacta, porque no conozco ninguna cámara réflex digital que capture vídeo en RAW.

De hecho, los datos de vídeo capturados por las réflex digitales tienen mucha más perdida de datos en la conversión que las imágenes JPEG y por esto tienen muy poca latitud que deja muy poco margen de corrección en la temperatura de color durante la post-producción de un vídeo DSLR.

Selecciona el balance de blancos o uno de los balances preestablecidos cuidadosamente para evitar sorpresas desagradables.

Mezcla de iluminaciones

Es infrecuente por no decir imposible, tener una sola temperatura de color en una imagen porque como he mencionado al inicio de este artículo, en el momento que la fuente de luz original rebota en el sujeto, cambia su color dependiendo del color del sujeto. La situación aun se complica más si tenemos varias fuentes de luz originales muy distintas con temperaturas de color diferentes.

Como sólo podemos ajustar el balance de blancos respecto a una temperatura de color, tenemos que elegir el que más se aproxima a lo que vemos con nuestros ojos.

Las tres fotos superiores son del mismo escenario, se dispararon en RAW y con muy poca diferencia de tiempo. Ahora bien, hemos modificado el encuadre y la iluminación para estudiar como se ve afectado el balance de blancos.

En la primera hemos desplazado el encuadre a la izquierda para dar protagonismo a la iluminación urbana de gas que entra a través de la ventana y de la puerta enfrentándola a la luz de tungsteno a la derecha de la imagen. Ajustando manualmente la temperatura de color a 2050K conseguimos un equilibrio y suprimimos la dominante naranja de la escena a costa de un tono verdoso en la ventana y la puerta.

En la segunda imagen hemos centrado el encuadre para equilibrar la iluminación exterior a través de las ventanas y la de tungsteno del hueco de la escalera. Además hemos encendido las dos luces fluorescentes en el techo de la habitación. Ajustando manualmente la temperatura de color a 2200K conseguimos equilibrar los tonos de las tres fuentes de iluminación, atenuando la dominante verde de las ventanas.

En la tercera imagen solo hemos apagado una de las dos luces fluorescentes, la del fondo, y hemos ajustado la imagen a 2300K buscando el equilibrio de las tres fuentes de luz. En mi opinión, en esta imagen hemos conseguido el mejor de balance de blancos. En situaciones extremadamente complicadas con iluminación mixta como esta, generalmente es mejor ajustarlas en un tono un poco más cálido de lo habitual.

Herramientas útiles

Para obtener el balance de blancos más preciso en el momento de capturar la imagen, hay algunas sencillas herramientas que pueden ayudarte.

Mi favorita es el ExpoDisc 2.0. Su aspecto es como una tapa de objetivo con una matriz de prismas. Antes de disparar debes colocarlo delante del objetivo y disparar. A continuación, usa esa imagen para establecer el balance de blancos personalizado (Custom). Por supuesto, también puedes utilizar una tarjeta de grises, aunque los prismas del ExpoDisc captan la luz de muchas direcciones diferentes ayudando a obtener un promedio mas preciso de la escena al medir una gran cantidad de fuentes de luz y reflexiones.

whibal_sizes-400x338-u12660Una segunda herramienta muy útil es el Datacolor Spyder Cube. Es un pequeño cubo de plástico que se usa para crear una imagen de referencia para usarla en el posprocesado en el software de conversión RAW. Simplemente toma una foto del Spyder Cube en el escenario de la sesión fotográfica y obtendrás una referencia de negro, blanco y gris para usarlas en es software de conversión RAW.

También hay tarjetas de grises con características similares como la WhiBal. La principal diferencia entre las dos herramientas es que el ExpoDisc funciona mucho mejor si estás capturando en JPEG, ya que consigue que la captura de colores sea precisa en la propia cámara. El Spyder Cube tampoco es útil si disparas en JPEG, pero acelera el flujo de trabajo de posprocesado si prefieres ajustar el balance de blancos en el software de conversión RAW después de la sesión fotográfica. La tarjeta de grises, puede funcionar muy bien como imagen de referencia tanto en balance de blancos personalizado para capturas JPEG, como imagen de referencia para el posprocesado de imágenes RAW.

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